Lectura: Proverbios 18:1-24
Sócrates le preguntó una vez a un sencillo anciano, ¿cuál es la cosa por la que estás más agradecido? A lo cual él respondió: «Siendo como soy, he logrado tener los amigos que he tenido.»
Sin embargo, algunos “amigos” son volubles. En el libro de Proverbios leemos: “Las riquezas atraen muchos amigos, pero el pobre es abandonado por su prójimo” (Prov.19:4) y “Hay amigos que uno tiene para su propio mal, pero hay un amigo que es más fiel que un hermano” (18:24).
Nuestra palabra griega para amigo proviene de la palabra griega Philos, que muchas veces se traduce como querido, amigo o amoroso. También es curioso que la palabra inglesa para amigo (Friend) provenga de la misma raíz que la palabra libertad (freedom). Un amigo verdadero nos hace libres para ser cuanto somos. “En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para el tiempo de angustia” (17:17)
Podemos expresar nuestras dudas y hablar libremente con ellos de nuestros temores; así como también disfrutar de los mejores momentos riendo y gozando en su compañía.
Un amigo fiel también afirma nuestro valor, y nos hace sentir seguros de que contamos con alguien que nos entienda y nos acepta a pesar de nuestras múltiples imperfecciones.
Los creyentes tenemos una posición ventajosa a la hora de conseguir un amigo, debido a que somos parte de una sola familia. No sé si te ha pasado alguna vez que luego de haber estado hablando con un extraño, de repente sientes que tienen algo en común; y tiempo después te das cuenta que ese factor común radica en su relación con Jesús. Y no es de extrañar, pues su influencia y su luz brillan a través nuestro, Él es el mejor amigo que cualquiera pueda tener.
- ¿Qué clase de amigo eres?
- Nuestros verdaderos mejores amigos nos llevan más cerca de Cristo. ¿Eres uno de ellos para otra persona?
MD/HG
“Hay amigos que uno tiene para su propio mal, pero hay un amigo que es más fiel que un hermano” (Prov.18:24)
Este devocional forma parte del estudio Proverbios: Sabiduría Divina para la Vida Diaria.