Lectura: Proverbios 21:1-31
La prensa lo llamó una «figura de poder caída» después de que un escándalo forzó la renuncia a su puesto, de un asesor político de alto nivel en Washington, D.C. Al dar una mirada hacia atrás buscando el por qué sucedió esta situación, el hombre dijo: “Yo empecé muy emocionado a trabajar para el presidente. Luego de un tiempo me convertí en un arrogante, después me convertí en una persona que pensaba de si en términos de grandeza, y luego me convertí en un ser autodestructivo. Soy propenso a amar el poder y era un creyente de que las reglas no se aplicaban a mí.” Un prestigioso periódico decía en uno de sus artículos que durante los meses previos a su renuncia, él no le hizo caso a su mujer, ignoró a sus amigos, e hizo caso omiso de las normas.
Algunas veces he caído en una trampa similar, y creo que a ti también te ha pasado. Nos pasa a todos cuando permitimos que el orgullo dé forma a nuestras actitudes, en lugar de abrazar una actitud de humildad ante Dios. El libro de Proverbios nos recuerda: “Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero el Señor es el que examina los corazones. Practicar la justicia y el derecho es más aceptable al Señor que el sacrificio. Pecado son la altivez de ojos y el orgullo del corazón, la lámpara de los impíos.” (Prov.21:2-4). Además en Prov. 15:31-32 el autor nos dice: “El oído que atiende a la reprensión de la vida vivirá entre los sabios. El que tiene en poco la disciplina menosprecia su vida, pero el que acepta la reprensión adquiere entendimiento”.
Si un amigo o miembro de tu familia está tratando de darte una palabra sabia de corrección, escucha al menos los argumentos que está dando esa persona.
- Nunca olvides hay una guía para la vida se llama Biblia y puede que la estés ignorando.
- El conocer a Dios nos debe hacer humildes; y el conocernos mejor a nosotros mismos nos permite estar siempre atentos para evitar las tentaciones del egocentrismo.
MD/HG
“Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero el Señor es el que examina los corazones.” (Prov.21:2)
Este devocional forma parte del estudio Proverbios: Sabiduría Divina para la Vida Diaria.