Lectura del día: Juan 15:9-17

La meta del Señor con sus discípulos fue que captaran la visión del Padre, que se identificaran con la causa y por supuesto se esperaba que produjeran mucho fruto, después de todo habían tenido al mejor Maestro, a Dios mismo.

Nuevamente Jesús les recalca su deber de obediencia no por temor sino por amor y agradecimiento, por el amor recibido de Dios, si hacemos esto experimentaremos de primera mano la alegría del servicio a Dios.

El llegar a ser amigo de alguien implica tiempo y no poco, si humanamente comprendemos esta realidad, de la misma forma nuestro andar con Dios diariamente nos hará conocer más quién es Dios y que es lo que Él espera de nuestra amistad con Él, hasta llegar a entregar nuestra vida totalmente.  De esta forma tendremos una relación tan cercana que iremos más allá de nuestra condición de siervos y podremos vernos como parte del equipo de Dios, como alguien que está cumpliendo su misión en la tierra.

En estos pasajes Dios nos revela su cuarto gran llamado: “los comisioné para que VAYAN Y DEN FRUTO, un fruto que perdure”, ¡qué gran privilegio es el ser parte del equipo de Dios!

  1. No puedes tener una relación con Dios lejana, debe ser muy cercana, hablando con Él, leyendo su Palabra, aprendiendo de ella y compartiendo con otros lo que has aprendido.
  1. ¿Estás listo para tomar el cuarto llamado de Dios? Entonces ¡Ve y da fruto!

MD/HG

Jesús: Desafía a los suyos a dar el siguiente paso.  “No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre”  Juan 15:16.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.