Lectura: Proverbios 18:19-24

El diccionario define la amistad como “uno que está unido a otro por afecto, respeto o estima; un conocido muy cercano”.  El Señor Jesús definió la amistad de la siguiente manera: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo más siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Pero los he llamado amigos porque les he dado a conocer todas las cosas que oí de mi Padre” (Juan 15:14-15).

Humanamente, también podemos incluir que un amigo es aquel con quien podemos contar en las buenas y malas circunstancias, en quien podemos confiar, de quien nunca esperamos un daño u ofensa grave, que se ríe contigo y no ti.

No obstante, desgraciadamente resulta muy normal, oír a grupos de creyentes haciendo recuentos de las fallas de otros creyentes, y en algunos casos podemos preguntarnos ¿qué dirán de nosotros cuando no estamos presentes?

Un verdadero amigo es aquel que nos conoce y nos ama de todas formas.  Un joven definió a un amigo de la siguiente manera: “alguien que permanece contigo aun después que sabe cómo eres en realidad”.

Un amigo es aquel en cuya presencia puedes ser auténtico sin temor a que te malentienda.  Es la persona que no hablará a tus espaldas, que te ama lo suficiente como para decirte la verdad, aunque sea dura y no te agrade, todo con el fin de buscar que seas una mejor persona.  Es aquel a quien se refirió Salomón en Proverbios 17:17: “En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para el tiempo de angustia”.

  1. Algunos dicen que Jesús es el único amigo verdadero, te desafiamos a que muestres con tu vida y testimonio, que eso no es verdad y que puedes llegar a ser la clase de amigo al que se refiere Salomón.
  2. Los mejores amigos son como Jesús, permanecen contigo.

HG/MD

“En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para el tiempo de angustia” (Proverbios 17:17).