Lectura: Josué 1:1-9

Un joven marinero a menudo se perdía cuando salía a pescar, es por ello que algunos de sus amigos reunieron un poco de dinero, le compraron una brújula y le dijeron que debía usarla.

Al día siguiente salió a la mar; siguiendo el consejo de sus amigos se llevó la brújula consigo, pero a pesar de ello se volvió a perder, finalmente sus amigos salieron a buscarlo hasta que lo encontraron.

Sus amigos estaban enojados y le preguntaron: “¿Por qué no usaste la brújula que te regalamos?” El joven e inexperto marinero les contestó: “Quería, pero no pude; quería ir al norte y ella se empeñaba en señalarme el sur”.  Este joven estaba seguro que sabía cual era el norte, pero obstinadamente quería que su brújula estuviera de acuerdo con él; a pesar de que se dirigía al sur, nunca recordó las instrucciones que sus amigos le habían dado.

En nuestra lectura devocional, leímos que luego de la muerte de Moisés Dios le habló a Josué y le encomendó que guiará a Su pueblo a la tierra prometida.  Dentro de las instrucciones que Dios le dio a Josué, le recordó la importancia de su ley y le dijo: “…No te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito en todo lo que emprendas” (Josué 1:7).

  1. Los creyentes que obedecen a Dios y siguen las instrucciones que se encuentran en Su Palabra para este tiempo, cuentan con una brújula que guía el camino en tanto conozcan cómo usarla.
  2. Confía en la Palabra de Dios para que conozcas cuál es Su voluntad.

HG/MD

“Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré mis ojos.” (Salmos 32:8).