Lectura: Éxodo 13:17-22

Había llegado el verano, cuando un amoroso padre construyó para sus dos hijos pequeños, una tienda en el jardín como las que vemos en las películas del oeste.  Como vio la alegría que esto produjo en sus hijos, el siguiente verano les construyó una casita pequeña en un árbol, donde podían jugar con sus amiguitos, así que pasaron jugando el resto del verano, el otoño y el invierno. Sin embargo, cuando llegó la primavera, la maleza creció y de los arboles brotaron nuevas ramas y hojas, y fue ahí cuando el temor se apoderó de los niños, pues ya no podían ver desde el escondite la casa de sus padres.

Es por ello que su papá tomó un hacha y una podadora, y creó un camino despejado desde el árbol hasta la puerta trasera de su casa; los niños nuevamente volvieron a jugar tranquilos, pues el camino era fácil de seguir.

Puede que deseemos que Dios siempre nos muestre y construya un camino seguro en los espesos bosques de la prueba, y aunque no siempre lo hace de esta forma tan evidente, si podemos estar seguros que Él no nos dejará sin su guía.  Tal como leímos hoy, Dios mostró al pueblo de Israel su carácter amoroso, al mostrarles el camino por donde debían dirigirse: “El Señor iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche” (Éx.13:21).

Hoy no somos guiados de una forma tan dramática, como lo fueron la columna de fuego o una nube, Dios nos ha dado algo mejor: la presencia de su Espíritu Santo (Juan 14:26; Gál.5:16,18).

  1. Puede que en ocasiones sientas que estas solo frente a tus grandes temores, pero puedes estar seguro que si eres obediente a la guía del Espíritu Santo y estudias diariamente su Palabra, sabrás que Dios te ha dado las herramientas necesarias para poder salir adelante con su ayuda.
  2. Si sabes que es Dios quien te dirige, no tienes que saber exactamente a dónde vas.

HG/MD

“El Señor iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche” – Éx.13:21