Lectura: Lucas 10:25-37

 

Jesús fue sometido al examen de múltiples personas, tratando de hallar alguna falta o pecado en su ministerio o en su vida (Heb.4:15), y las preguntas de este “maestro de la ley”, no fueron la excepción.

 

Este dialogo, inicia con una pregunta para Jesús ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”, Jesús le contesta básicamente que él ya conoce la respuesta y haciendo eso vivirá.  Pero el “maestro de la ley” le repreguntó: ¿Quién es mi prójimo?  Así que Jesús le cuenta la historia del buen samaritano:

 

La distancia entre Jerusalén y Jericó, es de unos 30 kilómetros (19 millas) y era un camino muy peligroso, con descensos de hasta 400 bajo el nivel del mar (cerca del mar muerto) a los 800 sobre el nivel del mar de Jerusalén.  Era estrecho, lleno de vueltas, esto lo hacía el camino ideal para los ladrones, y aun hasta el siglo pasado era muy peligroso el transitar por ahí.

 

Tenemos cuatro personajes: el viajero (malherido), el sacerdote (que paso de largo), el levita (que pensaba posiblemente que no valía la pena arriesgarse por nadie) y el samaritano (un “enemigo” de los judíos), que no sólo estuvo dispuesto a ayudar, sino que fue más allá de lo esperado al pagar el hospedaje y la recuperación de aquel pobre hombre.

 

  1. ¿Quién demostró ser el prójimo? Para un judío esto debió haber sido humillante, pero esa es la forma por medio de la cual muchas veces el Señor nos tiene que ejemplificar lo evidente de nuestras fallas, y la solución obvia tenemos que tomar: la obediencia.

 

  1. Te pedimos Señor que nos hagas tener un corazón así de desprendido como el del samaritano, al cual no le importó el ayudar a un “enemigo”. Después de todo, todos fuimos enemigos de Dios antes de que él nos rescatara, tal como lo dice: Ef.2:3-5 “…Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!”

 

MD/HG

Jesús: Dador de lecciones de vida.  “Bien contestado, le dijo Jesús.  Haz eso y vivirás.” Lucas 10:28.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic