Lectura: Salmos 34:4-7

Vivimos en un mundo materialista y debido a ello es común que nos sintamos tentados a creer que las únicas cosas reales son las que experimentamos a través de nuestros sentidos.  No obstante; esto no es del todo verdad, tal como lo indicó el escritor C.S.Lewis (1898-1963) “Hay cosas que no podemos ver; cosas que suceden a nuestras espaldas o lejos de nosotros, además de todas las cosas que existen en la oscuridad”

Existe una esfera de realidad igual o más grande que la que podemos percibir con nuestros limitados sentidos.  Es igual de verdadera y no está “por ahí en algún lugar”, está “aquí”.  Se trata de legiones de ángeles destinados a servir a los creyentes para que cumplan con su propósito “¿Acaso no son todos espíritus servidores, enviados para ministrar a favor de los que han de heredar la salvación?” (Hebreos 1:14).  Aun el mismo David se refirió a la cantidad de ellos de la siguiente forma: “Los carros de Dios son miríadas de miríadas, y millares de millares”

A pesar de que no podamos ver a Dios ni a sus ángeles con nuestros ojos naturales, están ahí, aun si decidimos no creer en su existencia. La fe es el único medio por el cual podemos “ver” este mundo invisible.  Es una realidad que debe ser entendida por medio del “creer”.  La fe es a la esfera espiritual lo que los sentidos son a la esfera natural.

El escritor de la carta a los Hebreos nos dice que la fe: “es la constancia de las cosas que se esperan, la comprobación de los hechos que no se ven” (Hebreos 11:1).  Por la fe podemos reconocer la existencia de ese mundo espiritual y aprendemos a depender del Señor en nuestro diario vivir.  Sabiendo además que no existen solamente ángeles en esa esfera espiritual, también existe toda una constelación de furiosos enemigos entre los que se encuentra Satanás, ellos buscarán desalentarnos con toda una serie de herramientas malignas, pero nosotros confiamos en la promesa divina: “Les he hablado de estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción, pero ¡tengan valor; yo he vencido al mundo!” (Juan 16:33).

  1. Así que, tu forma de actuar por medio de la fe, debe ser igual a la que Moisés mostró: “…porque se mantuvo como quien ve al Invisible.” (Hebreos 11:27)
  2. Por la fe podemos estar prevenidos de las cosas que no están a la vista.

HG/MD

“Por la fe abandonó Egipto sin temer la ira del rey porque se mantuvo como quien ve al Invisible” (Hebreos 11:27).