Lectura: Éxodo 4:1-5

Cualquier experto en serpientes te dirá que manipular serpientes es algo muy peligroso, pero el riesgo se incrementa si intentas tomar con tu mano a una serpiente primeramente de su cola, ya que, en una fracción de segundo, puede volverse y clavarte sus colmillos.  Los expertos usan bastones diseñados especialmente para manipular a estos reptiles, y finalmente los controlan tomándolos por la cabeza luego de aprisionarlos con el bastón especial. No está de más decir que nunca intentes esto en casa.

Entender esta realidad te ayudará a comprender lo que pudo haber sentido Moisés cuando tomó la vara que tenía en la mano, la tiró en el suelo en obediencia a Dios, e inmediatamente se convirtió en una serpiente. Seguramente Moisés ya había visto serpientes durante sus años en el desierto, y sabía lo peligrosas que eran, por eso se asustó cuando la vio; sólo imagínate lo que pudo haber sentido cuando Dios le dijo que la sujetara por la cola.  A pesar de todo Moisés fue obediente al extender su mano para sostenerla, y al instante se convirtió de nuevo en la vara original (Éxodo 4:1-5).

¿Qué le intentaba enseñar Dios a Moisés?  Él quería que Moisés entendiera Su poder y que debía estar dispuesto a ser usado por Él y seguir órdenes, aunque estas no siempre parecieran lógicas; quería que su siervo reconociera que Él podía tomar algo inanimado y darle vida y viceversa, que fuera un hombre de fe, obediente, que entendiera que podía usarlo a él, un ex príncipe egipcio, un asesino y pastor de ovejas, para convertirlo en libertador de su pueblo oprimido.

¿Qué tienes en tus manos?  De cierta forma todos somos como Moisés, tu vida, dones y talentos, sueños y esperanzas, están en las manos de Dios, elige si vives una vida sin sentido, o una vida de obediencia y utilidad para el Dios Todopoderoso.  Quedarás sorprendido de lo que el Señor puede hacer por medio de una persona que se humilla delante de Él y empieza a servirle.

  1. El llamado de Dios para encomendarte una tarea, siempre incluirá Su respaldo para completarla.
  2. ¿Qué tienes en tus manos? ¿Qué harás con lo que Dios te ha dado? ¿Qué harás con lo que Dios te ha pedido; obedecerás?

HG/MD

“Y Moisés dijo a Josué: Escoge algunos de nuestros hombres y sal a combatir contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cima de la colina con la vara de Dios en mi mano” (Éxodo 17:9).