Lectura: Efesios 5:1-17

En los trópicos de África Central hay mucha gente afligida con una enfermedad conocida como la enfermedad del sueño. En la epidemia que ocurrió entre 1901 y 1904, murieron más de 100 mil personas en una sola provincia.

La enfermedad es causada por un parásito que transporta la mosca Tsetsé. Cuando la mosca pica a un ser humano transfiere el parásito a esa persona, donde este se multiplica lento, pero firmemente en la sangre de la víctima. Es una enfermedad que no produce dolor y que a la larga causa somnolencia y sueño, y finalmente la muerte. Antes de que se conociesen esos datos, la gente no relacionaba la picadura de las moscas con la muerte, por lo que no se molestaban en quitársela de encima.

Después de describir la causa, el gobierno comenzó a limpiar el área alrededor de las casas. Cortaron los matorrales y rociaron los criaderos con insecticida. As, crearon un medio ambiente donde la mosca no podía desarrollarse.

El pecado es como la mosca Tsetsé, que esparce una enfermedad que produce sueño espiritual (Ef.5:14). ¿Cuál es el remedio? Crear un medio ambiente de limpieza para el alma, por medio de la oración, el estudio bíblico, la comunión con otros creyentes y apoyándose diariamente en el Señor.

  1. Las moscas de la tentación y del pecado no te infestarán si mantienes tu vida limpia.

 

  1. Para derrotar al pecado, deshazte de su caldo de cultivo.

 

NPD/MDH