Lectura: Lucas 1:67-80

A dos pasajes en Lucas que se relacionan con el nacimiento de Jesús se les llama: “cánticos” por su similitud con los salmos hebreos del Antiguo Testamento.  La iglesia primitiva les puso música y los usaba en la adoración.  Uno de ellos, es conocido como la canción de alabanza de María (Lucas 1:46-55).  Pero el segundo “cantico” es un poema de alabanza menos familiar, el cual fue pronunciado por Zacarías, padre de Juan el Bautista (Lucas 1:67-79).

Después de 9 meses de un silencio impuesto por Dios, Zacarías pudo al fin hablar.  Anunció que llamaría Juan al niño que le acababa de nacer a él y a su esposa Elizabeth como milagro de Dios.  Luego, lleno del Espíritu Santo, Zacarías habló de la fidelidad de Dios y de la salvación que traería mediante el Mesías.

Zacarías dijo que Jesús “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz” (Lucas 1:78-79).

Si quieres echar una mirada nueva al nacimiento de Jesús en esta Navidad, considera las palabras de profecía y regocijo de Zacarías.  Léelas en voz alta.  Pondera su significado.  Deja que Dios las use para escribir un cántico nuevo de alabanza en lo profundo de tu corazón.

  1. Ver a Dios obrar en nuestras vidas, pone un cántico nuevo en nuestro corazón.
  1. Gracias Señor por tu amor, por venir, vivir, morir y resucitar por nosotros. ¡Te esperamos Señor, vuelve pronto!

 

NPD/DCM