Lectura: Salmos 33:10-22

¿Cuál es el país más feliz del mundo?  Un artículo de una popular revista informa que por años los encuestadores han tratado de encontrar una respuesta definitiva a esa pregunta, y aunque se han dado algunos resultados, cuando se les repregunta una vez conocidos los resultados, a los pobladores de esos países, las respuestas tienden a ser contrarias al resultado de las encuestas, pues siempre habrá disconformes.

A pesar de que afirman lo contrario, una encuesta de Gallup hizo hace 21 años arrojó que Francia «estaba entre las sociedades más infelices de Europa.»

Otra encuesta realizada en Alemania encontró que: «menos de un tercio admitió estar “muy feliz”.

Otra encuesta reveló que entre los habitantes de Gran Bretaña, el «54% considera que su país es una sociedad clasista”.   Cuando se le preguntó si le gustaría salir del país, «47% dijo que le gustaría empacar sus maletas antes de la hora del té”.

En el 2012, el Índice del Planeta Feliz (en inglés: Happy Planet Index) un índice alternativo de desarrollo publicado por NEF (New Economics Foundation).   Arrojó los siguientes resultados: el ranking de felicidad formado por 151 países está encabezado por Costa Rica, país al que siguen Vietnam y Colombia.  Sin embargo cuando se les pregunta a los Ticos, nombre coloquial con que son llamados los habitantes de Costa Rica, muchos dicen que estos resultados son: «espejismos políticos, la realidad es otra en la calle”.  Otros resultados arrojan que: Alemania y Francia ocupan los puestos 46 y 50 y Estados Unidos el puesto 105.

La felicidad, es un genuino sentimiento de satisfacción, alegría y esperanza, no depende del país en que viva, depende de una relación correcta con Dios.  Como David observó tan sucintamente en el Salmo 144:15: “¡Feliz el pueblo cuyo Dios es el Señor!”
1. La geografía o el color de la piel no determinan la membresía en la familia de Dios. La fe en Jesucristo si lo determina.  Así que vamos a regocijarnos de que somos ciudadanos del reino de nuestro Señor, por Su gracia y debido a ello, podemos experimentar la verdadera felicidad.

2. La verdadera felicidad sólo viene del hecho de conocer a Dios.

NPD/VCG