Lectura: Mateo 14:1-14

Sonia trabajaba en el departamento de recursos humanos de su empresa y estaba encargada del área de compensación o salarios, y aunque los colaboradores daban por hecho que tendrían sus salarios en el tiempo acordado, en ocasiones ellos mismos entregaban fuera de tiempo la información requerida para elaborar las planillas de pago.

Cuando algo así sucede, posiblemente para algunos es más sencillo desentenderse de la situación, pero en lugar de eso Sonia compensaba la falta de responsabilidad de otros trabajando algunas horas extra, para que todos sus compañeros recibieran el dinero sin retraso.  Ella lo ha hecho pensando compasivamente para que las familias que dependen de esos fondos puedan comprar alimentos, medicinas y gastos de la casa.

Este enfoque compasivo, y porque no decirlo, misericordioso de su trabajo, me recuerda a nuestro Señor Jesús quien muchas veces sirvió a las personas, aunque ellas interrumpieran sus actividades. Por ejemplo, cuando quiso subir a una barca en busca de un lugar aislado para pasar un tiempo a solas después de oír que Juan el Bautista había sido ejecutado (Mateo 14:13), las multitudes con diversas necesidades físicas lo siguieron. Podría haber sido mucho más fácil despedirlos, pero “cuando Jesús salió, vio la gran multitud y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que entre ellos estaban enfermos” (v. 14).

Aunque ciertamente el principal llamado de Jesús en la tierra era enseñar a las personas cómo podían llegar a ser hijos e hijas de Dios, y con esto tener acceso a la vida eterna gracias a su ejemplo, muerte y resurrección (Juan 17:3-4), muchas veces su empatía y misericordia lo llevaron a servir a quienes lo necesitaban, a pesar del cansancio del día (Mateo 15:32; Marcos 6:34).

  1. Señor, ayúdanos a reconocer tu compasión en nuestras vidas, danos la fortaleza para transmitirla a otros a pesar del cansancio del día.
  2. Esta semana puedes dar la milla extra haciendo algo que otros no esperan de ti.

HG/MD

“Cuando Jesús salió, vio una gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas” (Marcos 6:34).