Lectura: Proverbios 16:1-9

En su autobiografía “Cautivado por la alegría”, C.S. Lewis (1898-1963), compartió como se sentía ante las verdades del evangelio: “revolviéndose, luchando, resentido y mirando en todas direcciones buscando la oportunidad de escapar”.

A pesar de que trató de escapar y resistirse a su amor, Dios lo halló a los 33 años, convirtiéndolo en un valiente y creativo defensor de la fe.  Y esto lo hizo a través de incontables conversaciones, debates, ensayos, libros y novelas tan impactantes que aún hoy las seguimos leyendo, e inclusive sus obras más conocidas fueron llevadas a la pantalla grande y más recientemente al streaming.

Él solía decir lo siguiente sobre los creyentes: “nunca se es demasiado viejo para convertir una meta o un sueño en una nueva ilusión”.

Es maravilloso tener planes, sueños e ilusiones, y si le permites a Dios que clarifique y purifique tus motivaciones, puedes llegar a realizar cosas increíbles para gloria de Dios, tal como lo dice Proverbios 16:3 “Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”.

Desde las tareas más simples hasta los desafíos más complejos pueden ser un medio para adorar a Dios, así que asegúrate de que todo cuanto hagas sea hecho con Él, para Él, y únicamente buscando el beneficio de su obra.

  1. Entrega tu corazón, planes y sueños a Dios, sin duda Él puede hacer cosas extraordinarias.
  2. Cada día es una nueva oportunidad para llevar a cabo ya sea una meta, un plan o un sueño, pero eso sí, para la gloria de Dios.

HG/MD

“Encomienda al Señor tus obras, y tus pensamientos serán afirmados” (Proverbios 16:3).