Creacionismo

Las leyes de la termodinámica están relacionadas con la energía mecánica, el calor y la conversión entre los dos. Todos los procesos físicos, biológicos y químicos conocidos por el hombre, están sujetos a estas dos leyes.

La primera ley de la termodinámica, también conocida como la conservación de la energía, afirma, «nada se crea ni se destruye; la materia y la energía se puede convertir la una a la otra, pero no hay aumento neto en el total de lo que existe». En otras palabras, incluso si la materia se convierte en energía y viceversa, nunca habrá un aumento o disminución en la totalidad.

Entonces la pregunta es, si la materia y la energía no se crean ni se destruyen, entonces ¿de dónde vino toda la materia y la energía en el universo? O bien el universo (a) de alguna manera existió sin Dios, a pesar de que la ciencia ha demostrado que es imposible que algo surja de la nada, o (b) todo ha existido siempre en el universo, lo cual la ciencia también ha demostrado que es algo imposible, o (c) Dios lo creó. La explicación más razonable y creíble es que Dios creó el universo y todo lo que hay en él.

La segunda ley de la termodinámica afirma que la entropía de un sistema cerrado no puede disminuir: «Cada sistema, abandonado a sus propios dispositivos, siempre tiende a pasar del orden al desorden, su energía tiende a transformarse en niveles más bajos de disponibilidad (para el trabajo), llegando a ser totalmente aleatorio e inaccesible para el trabajo». El autor y científico Isaac Asimov explicó, «¡El universo es cada vez más desordenado! . . . Todo lo que tenemos que hacer es nada, y todo se deteriora, se derrumba, se rompe, se desgasta, todo por sí mismo — y de eso se trata la segunda ley». En otras palabras, con el tiempo, todo tiende hacia el desorden, la aleatoriedad y la desorganización.

La evolución exige que cada sistema físico, desde el nivel atómico en adelante, sea el resultado de un proceso de ensamblaje espontáneo, bien ordenado y cada vez más complejo. Darwin sugirió que los organismos vivos, por ejemplo, llegaron a través de una larga cadena de procesos evolutivos infinitamente complejos, pero aleatorios. Esa progresión, sin embargo, estaría en completa violación de la segunda ley de la termodinámica. La tendencia, según estas leyes físicas, es que la entropía está aumentando y, por lo tanto, los procesos naturales se deben romper y no aumentar (o evolucionar en algo más complicado).

La simple observación confirma de forma empírica la verdad de la segunda ley de la termodinámica. La pintura en una casa se descascara y se pela. El polvo se acumula. La casa en sí cae se deteriora si no se toman medidas preventivas. Los seres vivos que mueren, se pudren y se descomponen. Podemos ver los resultados de la segunda ley de la termodinámica frente a nuestros ojos cada día.

Claramente, la explicación más simple y más razonable de las leyes de la física es la creación. La biblia confirma la creación por el único Dios verdadero en el libro de Génesis. Entonces, ¿por qué algunos creen en la evolución y no en el creacionismo? Salmo 14:1 lo resume así:

«Dice el necio en su corazón: No hay Dios…»

Salmos 14:1

Fuente: GotQuestions.org