Lectura: Salmos 119:65-72

Unos años antes de la Gran Depresión en los Estados Unidos, Harold Gray creó una tira cómica llamada “Anita la huerfanita”, la cual tuvo tanto éxito que en 1930 fue llevada a la radio donde su éxito prosiguió, y en el año 1977 se creó la comedia musical Annie que ha sido llevada al cine en múltiples ocasiones.

En una de sus escenas más emblemáticas encontramos a Anita en un orfelinato, donde a las niñas se les obliga a limpiar y lavar hasta altas horas de la noche.  En la canción que interpretan en esa escena sale a relucir lo que esta vida significa para ellas: “Es la vida dura para nosotras.  Nadie se preocupa por ti, una pizca, cuando estás en un orfelinato. La vida es dura.”

Cuando se piensa en la escuela de la vida, a muchos se les viene a sus mentes las experiencias difíciles que les han enseñado grandes lecciones en su caminar.  Aunque como humanos tendemos a evitar el dolor, el creyente puede aprender mucho de esos momentos.

El salmista comparte lo que hay en su corazón de la siguiente manera: “Bueno me es haber sido afligido para que aprenda tus leyes” (Salmos 119:71).   La experiencia por la cual estaba pasando era que su buen nombre había sido manchado (Salmos 119:69-70), sin embargo, en esas circunstancias tan complicadas, el salmista se dio cuenta que de esa situación podía salir algo bueno, debía confiar más en Dios y en Su Palabra.

  1. ¿Qué problemas enfrentas hoy? Compártelo con Dios, luego estudia Su Palabra, agradécele por las cosas que sí están bien en tu vida y pídele sabiduría para aprender las lecciones que necesitas de lo que estás viviendo.  Recuerda, Dios sigue siendo el Soberano aun en la escuela de la vida.
  2. Las aflicciones no están diseñadas para destruirte, sino para acercarte más a Dios con un corazón humilde y arrepentido.

HG/MD

“Bueno me es haber sido afligido para que aprenda tus leyes” (Salmos 119:71).