Lectura: Jeremías 29:1-14

¡Es impresionante! Esas fueron las palabras que dije en ese momento, pero el camino que tuve que seguir para poder decirlo, realmente fue en extremo desafiante en todo sentido.

Se trataba de una invitación de algunos amigos para caminar por el sendero de un bosque tropical en un parque nacional, con una temperatura de 34°C (93.2 °F), la humedad cercana al 100%, y una duración de 3 horas.

El sendero era un camino serpenteante y angosto totalmente cuesta arriba; caminar a través de una selva tropical es una experiencia única, fueron varias las veces a lo largo del camino que dudé de la sabiduría de mis amigos al elegir el sendero. Era muy difícil y rápidamente quedamos exhaustos, por un momento no creí poder lograrlo. Sin embargo, cuando llegamos al área del puesto de observación y las nubes se disiparon momentáneamente revelando una vista asombrosa, tuve que admitir para mis adentros que mis amigos sí sabían lo que estaban haciendo.

Cuando los judíos fueron llevados cautivos por los babilonios y obligados a vivir en el exilio en Babilonia, ellos también debieron haber cuestionado la sabiduría del plan de Dios. Sin embargo, Él respondió con esta promesa: “Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, dice el Señor, planes de bienestar y no de mal, para darles porvenir y esperanza” (Jeremías 29:11).

Quizás te hayas preguntado: ¿Realmente Dios sabe lo que está haciendo?  Estás pasando por una enfermedad grave, tu pareja te ha dejado, no lograrás aprobar el curso, o te quedaste sin trabajo y estás listo para rendirte.  Detente por un segundo y mira hacia atrás, recuerda aquellos momentos de desafío y mira cuán lejos has llegado.  Dios siempre ha estado a tu lado y sabe lo que está haciendo.

  1. Esta fue una verdad ayer y lo sigue siendo hoy. Dios sabe lo que está haciendo. Puedes confiar en Él.
  2. Ánimo, Dios siempre está a tu lado, levántate y sigue caminando.

HG/MD

“Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, dice el Señor, planes de bienestar y no de mal, para darles porvenir y esperanza” (Jeremías 29:11).