Lectura: Romanos 5:1-8

Quizás en algún momento todos lo hemos sufrido, se trata del exceso de “trámites” estatales para lograr un objetivo personal o empresarial.

Este exceso de trámites está asociado a la palabra burocracia. Inicialmente, se refería a la práctica común de sujetar los documentos oficiales con una cinta roja. A principios del siglo 19, el término se popularizó en los escritos del historiador escocés Thomas Carlyle (1795-1881), quien se quejaba de la negligencia del gobierno.

Después de la Guerra Civil en Estados Unidos, el problema del “papeleo” resurgió cuando los veteranos de guerra luchaban para recibir sus beneficios. Esta palabra denota frustración y decepción ante los agobiantes obstáculos para alcanzar las metas.

El papeleo burocrático es casi legendario, pero hay un lugar en el universo donde jamás ocurre: el trono de Dios.

En Romanos capítulo 5 verso 2, el apóstol Pablo habla de Jesús: “por medio de quien también hemos obtenido acceso por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes”. Cuando tenemos el corazón destrozado o nuestra vida se complica, no hay ningún papeleo que nos obstaculice acceder a Dios. Jesucristo ha abierto el camino para que podamos entrar con confianza en la presencia del Rey del cielo (Hebreos 4:16).

  1. Nunca olvides que cuando tu corazón esté dolido, no te hace falta llenar algún formulario para presentarle tus necesidades a Dios. Mediante Jesús, tienes acceso pleno e inmediato; a una oración de distancia.
  2. Gracias Señor Jesús por estar siempre disponible para nosotros.

HG/MD

“En Él tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él” (Efesios 3:12).