Lectura: 1 Tesalonicenses 4:1-12

Es un hecho que Dios es muy popular los domingos.  Millones y millones de personas dejan todo lo que están haciendo para visitar diferentes edificios con el propósito de adorar, alabar y aprender de Dios.  Pero luego de que el domingo termina, aparece el lunes, y entonces ¿qué lugar pasa a ocupar Dios en las vidas de todas esas personas?  Dios compite con el jefe, la pareja, el estudio, el chisme diario, los problemas económicos, los compañeros de trabajo, en fin, con cuestiones que luchan por nuestra atención, y Dios tan sólo se convierte en un recuerdo del día domingo.

Esto inclusive le ocurre a creyentes que consideramos líderes, quienes en ocasiones pasan días sin pronunciar la palabra Dios o ni siquiera hacen a Dios partícipe de sus planes para la vida cotidiana, muchos de ellos no piensan que las directrices y consejos que encontramos en su Palabra sean útiles para sus vidas.

¿De dónde hemos sacado la idea de que Dios es importante sólo los domingos?  Ten por seguro que eso no lo encontramos en la Biblia, ya que el apóstol Pablo nos aconseja lo siguiente: “Oren sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17); por supuesto, esto es una señal de que Dios nos puede escuchar de lunes a domingo, las 24 horas, los siete días de la semana.  Adicionalmente, el mismo Pablo escribió: “Estén siempre gozosos” (1 Tesalonicenses 5:16), lo cual implica que no debemos dejar de cantar tan sólo porque no existen instrumentos musicales que nos acompañen.  Y ¿qué podemos decir de este pasaje?: “Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18).  Lo mencionado nos indica que durante toda la semana tenemos las mismas posibilidades de decirle: ¡Gracias Señor!

  1. El domingo es un buen día para reunirnos y prestar especial atención a Dios, pero no debemos dejar que nuestra vida cristiana termine ahí, no olvidemos que luego del domingo vendrá el lunes.
  2. Da gloria a Dios el domingo, pero no te olvides que la semana tiene 6 días más para glorificarlo y mostrar el carácter y prioridades de Cristo.

HG/MD

“Por lo demás, hermanos, les rogamos y exhortamos en el Señor Jesús que conforme aprendieron de nosotros acerca de cómo les conviene andar y agradar a Dios, tal como están andando, así sigan progresando cada vez más” (1 Tesalonicenses 4:1).