Lectura: Hebreos 1:1-14

Los Ángeles de la Guarda de Curtis Sliwa aparecieron por primera vez en el Bronx en 1979. Fue conocido inicialmente como “La Brigada del Rock”, este grupo de ciudadanos voluntarios comenzaron un escuadrón para prevenir los crímenes y limpiar las calles de su barrio.  Poco tiempo después, el joven de 23 años de edad, llamado Sliwa, quien era gerente de la noche de un restaurante de comida rápida, amplió el grupo cambio el nombre de su grupo de amigos a: “los trece magníficos”. Expandieron su misión y comenzaron patrullar a pie las estaciones del metro de Nueva York para proteger a los pasajeros de atracos. Siete meses más tarde tomaron el nombre de “Ángeles de la Guarda” y adoptaron una marca que les identificara el uso de: Boinas Rojas y camisetas con el logotipo de un ojo alado.  Hoy los Ángeles de la Guarda están presentes en más de 15 países en 144 ciudades alrededor del mundo.
Sabemos más sobre del grupo de Sliwa, que de los seres llamados “Ángeles” de los cuales tomaron su nombre. Mientras que la Biblia tiene muchas referencias a estos seres que adoran a Dios y hacen Su voluntad, aún existe mucho misterio alrededor de ellos. A pesar de que sirven a Dios, nuestro bienestar o salud no está en sus manos. Son sólo un ejemplo para nosotros de la obediencia y la adoración a Dios se merece, pero no son para distraernos de Aquel que es el Señor de ellos y nuestro.

El mensaje de Hebreos 1 es claro. Jesús es muy superior a los ángeles (v.4). Su adoración a Cristo nos enseña que sólo Él merece nuestra confianza y adoración.

  1. Los ángeles nos muestran lo que significa servir a Dios y obedecerle; su adoración constante al Señor, nos debe inspirar a orar y depender de Dios.
  2. Los ángeles son ejemplos de adoración, no como objetos de culto.

NPD/MDH