Lectura: Proverbios 4:20-27

¡Cuidado con un corazón hostil! Esa es la advertencia del Dr. Redford Williams del Centro de Investigación de Medicina del Comportamiento de la Universidad de Duke.  Él ha estado diciendo por años que este órgano tiene una personalidad hostil hacia nosotros y que hasta incluso nos puede matar, por medio de enfermedades propias de sus estructuras, por lesiones o por accidentes.  De hecho la ira acelera el ritmo cardíaco, aumenta la presión arterial, y altera las arterias coronarias.

Algunos indicadores de un corazón hostil son la impaciencia con los retrasos, la desconfianza con los compañeros de trabajo, la molestia por los hábitos de los miembros de la familia o amigos, y una persistente necesidad de tener siempre la última palabra en las discusiones o incluso ser violentos cuando pensamos que nos han agraviado o corregido sin razón.

En Proverbios 4:20-23, un padre sabio instó a su hijo a escuchar con atención a sus palabras.  Él dijo: “Hijo mío, presta atención a lo que te digo.    Escucha atentamente mis palabras.  No las pierdas de vista.  Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran  y dan salud a todo el cuerpo.  Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida.” (NTV)

Nuestro sabio Padre Celestial emite la misma llamada sobre nosotros por medio de sus vivificantes palabras registradas en la Biblia.  La transformación de un corazón hostil comienza cuando escuchamos a Dios, meditamos en Su Palabra, y le permitimos cambiar nuestro comportamiento y palabras.

  1. Esa es la prescripción espiritual que necesitamos seguir hoy.  ¿Quieres tomar esa medicina?
  2. Deja que la Palabra de Dios llene tu mente, gobierne tu corazón y guie tu lengua.

NPD/DCM