Lectura: Hebreos 11:17-32

El triatlonismo es un deporte que combina tres disciplinas deportivas: la natación (en piscina, lago o mar), el ciclismo y la carrera; muchas veces se corren las distancias de una maratón (42.2 kilómetros).

Algunas personas llaman a esta disciplina deportiva el deporte de las “segundas oportunidades”, pues les ha permitido retomar su forma física, mejorar su calidad de vida, e incluso a los atletas profesionales les ha permitido mantenerse en buena forma, y muchos de ellos lo han tomado como una segunda oportunidad, ya que han alcanzado niveles de rendimiento similares a cuando tenían una vida deportiva de alta competencia.

¿Estás buscando una segunda oportunidad?  Normalmente, muchas personas piensan que, si perdieron una oportunidad de recibir lo mejor de parte de Dios al equivocarse en su camino de fe, ya están descalificas para siempre.  No obstante, si examinamos el capítulo 11 del libro de Hebreos que es conocido como el salón de la fama de la fe, y si observamos las vidas de las personas mencionadas, vemos que la mayoría de ellas cometieron errores calificados como imperdonables, sin embargo, volvieron a ser fuertes en el Señor.

Tan sólo tomemos un par de ejemplos: Abraham, quien se equivocó al no confiar en Dios y tener un hijo con la sierva Agar, a pesar de que Dios le había dicho que le daría descendencia por medio de un hijo con su anciana esposa.  Posteriormente, en un gran acto de fe este hombre renunció a Isaac, su amado hijo de la promesa, para ofrecerlo como sacrificio, y Dios reconoció esa fe madura (Hebreos 11:17-19).  Jacob pecó al robarle su primogenitura a su hermano Esaú; no obstante, años más tarde Dios reconoce su cambio y lo bendice con una abundante descendencia (v.21).  Moisés pasó 40 años en el desierto de Madián, antes de salir de esa tierra para obedecer el mandato de Dios y liberar a su pueblo de Egipto (v.24-28).

Todos hemos cometido errores en nuestro pasado, pero eso no nos excluye del perdón de Dios. Después de algún tiempo, al mostrar un cambio real en tu vida por medio de tu testimonio, puedes tener la oportunidad de volver a trabajar al servicio de Dios, tal y como le sucedió a Pablo, quien fue perseguidor de la iglesia en un momento de su vida, pero terminó siendo un apóstol al servicio de Dios (Hechos 26:1-32).

  1. Pide perdón a Dios y a quienes has ofendido, Él quiere que te alejes del pecado, aprendas de tus fracasos y empieces a vivir de nuevo en Cristo Jesús; después de todo Dios es un Dios de segundas oportunidades, puedes volver a empezar.
  2. Los campeones de la fe son personas que han aprendido de sus fracasos, y quieren vivir modelando el carácter y prioridades de Jesús.

HG/MD

“Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).