Lectura: Mateo 6:25-34

La comedia musical “El Músico” de Meredith Willson, es muy conocida por sus alegres canciones, sin embargo, también contiene muchas escenas con diálogos inteligentes. En una de estas escenas uno de los protagonistas, el profesor Harold Hill, un hábil estafador, le expresa su genuino amor a Marian, la bibliotecaria.  Sin embargo, el personaje de Marian siempre estaba perdido, y divagaba en sueños futuros, sin darle mucha importancia a su vida presente.  Hill le dice: “Tú acumulas muchos mañanas y vas a encontrar muchos ayeres vacíos”.  El profesor Hill pudo haber sido una mala persona, pero entendía la importancia del presente.

Edward Everett Hade, quien  fue capellán del Senado de los Estados Unidos (1822-1909), una vez dijo: “Nunca trates de llevar más de un tipo de problema a la vez.  Algunas personas llevan tres clases: todos los que han tenido, todos los que tienen ahora y todos los que esperan tener”.

Jesús también nos aconsejó de la siguiente manera: “Así que, no se afanen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:34).  Si de antemano supiéramos todas las cosas buenas que nos ocurrirán mañana, estaríamos demasiado emocionados hoy, y quizás nos decepcionaríamos del mañana, pues probablemente no sería tan bueno como creíamos. Del mismo modo, si supiéramos todas las cosas malas que nos van a ocurrir mañana, el temor, la angustia y la preocupación nos paralizarían hoy, aunque la situación no fuera tan grave como pensábamos que sería.

  1. Como hijos e hijas de Dios, debemos poner nuestra fe en el Dios del pasado, del presente y del futuro, caminando con Él a nuestro lado, un día a la vez.
  1. En ocasiones estamos tan estresados por el futuro, que nos olvidamos vivir las alegrías del presente.

HG/MD

“Así que, no se afanen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal” Mateo 6:34