Lectura: 2 Timoteo 3:14-17

Me gusta mucho viajar con mi familia, lo cual implica muchas veces varias horas de conducción hacia los diferentes destinos que visitamos.

En uno de esos viajes hacia la costa pacífica, nos encontramos con un parque nacional de vida silvestre, al cual decidimos entrar.  Estábamos rodeados de árboles, sonidos de pequeños animales, y una gran cantidad de aves, garcetas y papagayos multicolores. ¡Todo era movimiento y ruido; un entorno maravilloso!

En medio de la caminata por uno de los senderos del parque nacional, llegamos a un puente, y debajo de él fluía tranquilo y sereno un río lleno de vida y peces.  Seguramente muchos antes que nosotros habían disfrutado de aquel río y de aquel paisaje tropical de belleza esplendorosa, pero, para nosotros, era un territorio desconocido y que recién descubríamos.

Para muchos, las Escrituras también son como “un territorio desconocido”.  Tristemente no han descubierto los valiosos tesoros que se encuentran en las palabras eternas de la Biblia. La Palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos, y pone de manifiesto nuestros íntimos pensamientos y deseos (Hebreos 4:12). Es como una lámpara que ilumina nuestro camino (Salmo 119:105), la cual nos dio el Señor para equiparnos a fin de cumplir sus propósitos (2 Timoteo 3:16-17).

  1. Abre la Biblia y léela para que puedas encontrar estos tesoros. Es hora de empezar tu aventura por la Biblia.
  2. Ponte la meta de leer al menos 1 capítulo diario de la Biblia, para que medites en él y pongas en práctica los principios aplicables a nuestro tiempo.

HG/MD

“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” (Hebreos 4:12).