- Inundados de información
- Un mejor tesoro
- Un pequeño gran error
- ¡Cuidado con un corazón problemático!
- No te acerques
- Malos hábitos
- Compañía mortal
- Sin la perspectiva correcta
- La reacción apropiada
- Palabras de bendición
- La balanza de la vida
- ¿Vivir con la verdad o la mentira?
- Más allá del pastel
- El eslabón débil
- Lo que decimos
- ¿Pájaros en el agua?
- Un corazón saludable
- ¿Qué clase de amigo eres?
- ¿Lluvia de ofertas?
- Una bóveda vacía
- Su ego fue su perdida
- El valor de la verdad
- Tu mente y tu corazón deben cambiar
- Como el agua fría
- Pequeños grandes problemas
- Comentarios sin sentido
- Debe iniciar por nosotros
- Examina tu propio corazón
- Esta vida es sólo el comienzo
- La humilde industria de las hormigas
- Oído atento
Lectura: Proverbios 2:1-22
Un cazador de tesoros que buscaba fortunas; en el año 1985, después de 16 años de búsqueda, finalmente descubrió el naufragio del galeón español “Nuestra Señora de Atocha” a casi 20 metros de profundidad en aguas cercanas a Key West, Florida. Los buzos que participaron en la travesía rescataron muchos millones de dólares en tesoros de ese barco hundido, pero no fue fácil. Trabajaron mucho y muy duro con detectores de metales; los buzos tuvieron que investigar todos los “clics o sonidos” hasta que la búsqueda rindió sus frutos.
La Biblia nos describe otro tipo de tesoro; y específicamente en el libro de los Proverbios nos cuenta de un tesoro aún más precioso que el oro, plata o las piedras preciosas (Proverbios 3:14-15). La sabiduría, es más que el simple conocimiento, es la capacidad de aplicar los conocimientos en el transcurrir de la vida cotidiana. Salomón, le pidió a Dios un corazón sabio y entendido, y nos dijo en Proverbios 2 que busquemos la sabiduría con la misma persistencia e intensidad con que nos gustaría buscar tesoros ocultos (Prov.2:4). Debemos clamar por discernimiento y comprensión (Prov.2:3), afinar nuestro oído para escuchar sabiduría (Prov.2:2) e inclinar nuestro corazón para recibir la palabra de Dios y los tesoros que en ella encontramos (Prov.2:1).
- ¿Valoramos la sabiduría? ¿La buscamos tan diligentemente como si fuera un cofre que contiene oro? Si es así, seremos recompensados con el mayor tesoro: el conocimiento de Dios.
- Como uno de los buenos objetivos para este nuevo año, debemos desear tener un mejor entendimiento de Dios y eso sólo se logra hablando con Dios y leyendo su Palabra cada día; asistiendo a una iglesia local para estudiar y compartir con otros lo aprendido.
MD/HG
Porque el SEÑOR da la sabiduría, y de su boca provienen el conocimiento y el entendimiento (Prov.2:6)
Este devocional forma parte del estudio Proverbios: Sabiduría Divina para la Vida Diaria.
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