Lectura: Efesios 6:10-20

El oso polar ártico se alimenta casi exclusivamente de focas o leones marinos. Para disfrutar de una comida, a veces recurre a un poco de engaño astuto (instintivo).  Si el agujero en el hielo a través del cual sube el león marino luego de conseguir su comida, no está demasiado lejos de la orilla del mar abierto, el oso polar se toma una respiración profunda, se desliza debajo del agua, y nada al agujero de pesca de la foca.  Él entonces imita a un pez golpeando levemente la parte inferior del hielo.  Cuando el león marino escucha este sonido, se sumerge para obtener una cena rápida, sólo para encontrarse de repente atrapado en el abrazo enorme y hambriento de su depredador.

El diablo nos tienta de una manera similar.  Él nos hostiga con cierto placer aparentemente inofensivo y disfraza la fealdad del pecado con algo que se ve o suena atractivo. Entonces, cuando hemos sucumbido a la tentación, nos atrapa en su trampa.

Los creyentes no tienen excusa por haber sido engañados por los trucos del enemigo. Podemos ponernos la armadura de Dios, y con el “escudo de la fe… apagar todos los dardos de fuego del maligno.” (Efesios 6:16).

Al meditar en las verdades de la Palabra de Dios y confiar en el Espíritu Santo, podemos saber la diferencia entre lo que es verdaderamente satisfactorio y lo que sólo parece serlo.  ¡No dejes que el gran impostor te engañe!

1. El diablo es sutil, engañoso y astuto, inteligentemente nos engaña para que creamos sus mentiras; pero podemos discernir sus métodos astutos si estamos  muy cercanos a las advertencias que Dios nos hace en su Palabra

2. Satanás puede parecer como un ángel de luz, pero tiene los dientes de un tigre.

NPD/MDH