Lectura: Apocalipsis 22:6-17

Cuando el año 2004 llegó a su fin y comenzó el 2005, el mundo sufrió una serie de catástrofes. ¿Eran señales de la segunda venida de Cristo? ¿Eran evidencia de la ira de Dios, de Su juicio al pecado de la humanidad? ¿O eran simplemente el levantamiento de fuerzas naturales?

Sea cual fuera nuestra manera de explicar los terribles eventos, tenemos que verlos desde un punto de vista de largo alcance. A través de los siglos, estas cosas han sucedido una y otra vez. No sólo eso, sino que los humanos mismos han infligido sufrimiento y destrucción brutales sobre los demás.

Considera tan sólo un episodio en la extensión de la historia, la caída de Roma en el año 455 d.C. según la descripción de un líder de la iglesia: “Nuestros ciudadanos han renunciado a creer en el futuro, especialmente aquéllos que viven en las partes más pobres de la ciudad. No tienen trabajo, tienen muy poca comida, y no tienen oportunidad para mejorar sus vidas. En algunos barrios de la ciudad se han desatado disturbios, pero en su mayor parte, hay demasiada desesperación para provocar disturbios. Seguramente Cristo escuchará nuestros llantos y vendrá pronto.”

Los desastres naturales y la inhumanidad del hombre hacia el hombre continuarán de manera impredecible hasta que Jesús vuelva. Anhelamos ese momento cuando Él regrese porque pondrá todas las cosas en orden.

1. Cristo puede venir hoy, mañana o dentro de dos años, puedo asegurar que de seguro vendrá, no te preocupes tanto por rumores o desastres, la pregunta importante en todo este asunto sigue siendo la misma: ¿Si en este momento mueres, sabes a dónde irías?

2. Sino puedes contestar a esta simple pregunta, pídele a uno de tus líderes de iglesia local, que te explique cómo obtener el regalo de Salvación, o también, puedes escribirnos en nuestra sección de contactos: (https://midevocional.org/?page_id=34),  o en nuestro Facebook (http://www.facebook.com/midevocional.org), con gusto te ayudaremos a aclarar tus dudas.  No pierdas un segundo más.  ¿Si en este momento mueres, sabes a dónde irás?

“Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.  Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Juan 6:68-69

NPD/VCG