¿Qué estás oyendo?

por | Ago 22, 2015 | Devocionales | 9 Comentarios

Lectura: 2 Timoteo 4:1-5

El apóstol Pablo advirtió a Timoteo que encontraría personas con una dolencia que él llamaba: “Comezón de oír” (2 Tim.4:3).  Los que padecen de ella rechazan la “sana doctrina” y buscan una enseñanza que se ajuste a “sus propios deseos”.

Por ejemplo, si les ofende la declaración de Cristo de que “nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6), acuden a un falso líder espiritual que les diga que hay muchas maneras de llegar a Dios.

Hay otros que rechazan la enseñanza bíblica de que los que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio son fornicarios y adúlteros, a quienes Dios juzgará (Hebreos 13:4), por lo que buscan un maestro farsante que les diga que las normas sexuales de la Biblia no valen en el mundo de hoy.

Lamento mucho lo que hacen esas personas, pero me temo que yo también tengo un tipo de “comezón de oír”.  Me encanta escuchar las firmes declaraciones de las normas bíblicas y de la sana doctrina.  Pero sin embargo no siempre me gusta que me confronten con las Escrituras por actitudes de orgullo, justicia propia o falta de amor al prójimo.

Indudablemente, todos padecemos de este mal.  Tenemos que pedirle al Señor que escudriñe nuestros corazones y nos perdone.  Él puede cambiarnos para que escuchemos lo que dice Su Palabra y lo obedezcamos.  Ese es el único antídoto para la “comezón de oír”

  1. El remedio para la comezón de oír es obedecer a la verdad que encontramos en la Biblia.
  1. Dios nos ha provisto un manual de instrucciones para la vida se llama: Biblia. ¿La has leído y oído últimamente?

NPD/HVL

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9 Comentarios

  1. Juliana Lidueñez

    Muy cierto todo, Lamentablemente las personas o más bien todos siempre cuando estamos haciendo lo malo no nos gusta que nos confronte la palabra, siempre estamos buscando que «Alguien» Nos hable lo que queremos Oir. Ese es el motivo por el que erramos,. Siempre se busca afuera la Verdad, y donde en realidad tendriamos que buscar es en la Palabra de Dios.

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  2. RUTH

    Que aprendí ? que me conviene después de mis errores cometido y por no haber hecho la voluntad del SEÑOR en mi vida con respecto al matrimonio !!! así me fue !!! pero como nuestro SEÑOR JESUCRISTO ES GRANDE EN SU AMOR Y MISERICORDIA me dio una nueva oportunidad y ahora aprende la lección asi que desidi quedarme con él hasta que regrese !!!

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  3. Ximena Escobar

    Amen si la he leído y la escudriñado, y nos ayuda a ser perseverantes en nuestro caminar y vivir como Cristo quiere el saber oír lo que Dios nos dice es una gran bendición.
    Sobre todo poner en práctica en nuestras vidas

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  4. edith jarquin

    Realmente cuando conoces a DIOS y hay identidad lo reconoces como tu padre entiendes que como todo padre te educara aunque te duela, no solo los mimos son bienvenos ,si no tambien la palabra de correccion porque con ella creces…bendiciones

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  5. Carlos

    La única forma de crecer es conociendo a Dios, y la única forma de conocerlo a Él es leyendo su Palabra, el hombre carnal que todos llevamos dentro no necesita que hagamos algo para alimentarlo, satanás (el príncipe de este mundo) es el escenógrafo

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  6. Juanita Lazcano

    Constantemente estoy leyendo u oyendo la palabra de Dios pero veces aunque no quiera padezco la comenzó no de oir poque soy humano y algunas veces por no decir siempre cometemos errores.Pero el antídoto lo tengo en LaBiblia.buenos y bendecidos días tengan y sigan adelante con ElDevocinal que siempre nos deja alguna enseñanza.Dios los bendiga.

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  7. olga esther pogonza

    estoy leyendo 1de samuel 13 aprendí que no debo ser impaciente ,porque ser impaciente es falta de confianza en el señor ,en su dominio soberano, que impaciencia es sinónimo de incredulidad .

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  8. Sergio Sanchez A.

    Cual es la fuente de mi inspiración la palabra de Dios o lo que yo quiero escuchar de ahí es lo que brota de nuestra boca,(porque de la abundancia del corazón habla la boca) de que estamos llenos….

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  9. Mibsam E. Puerto

    Yo escucho a lo que dice la biblia aunque la persona lo haga para exhibir su espiritualidad o con intenciones de criticar. Es triste ver a una persona exponer la palabra de Dios con ese tipo de intenciones, pero me he dado cuenta que si mi intención de obedecer y aprender de la biblia es con amor y humildad, ella hablará a mi corazón y este con ayuda del espíritu santo escudriñará lo bueno y desechará lo malo.

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