Lectura: Santiago 1:1-12

La Biblia nos dice muchas cosas que suenan muy opuestas a nuestra tendencia natural, entre ellas como respondemos a las circunstancias difíciles, este es uno de los mandamientos más desafiantes de todos: “…tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas” (Santiago 1:2).

Esto sin duda nos habla de ver nuestras dificultades con gozo, considerándonos felices aun cuando todo nuestro ser quiera derrumbarse, entendiendo que las pruebas forman parte inseparable de nuestras vidas.  No sé tú, pero eso no es lo primero que viene a mi mente cuando escucho la palabra dificultad.

Esta perspectiva de la vida no es tan fácil de entender, y quizás para muchos parezca inalcanzable sino se conoce lo que hay detrás de ella.  “Sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia”.  El gozo verdadero no se basa en lo que sentimos, sino en lo que sabemos de Dios y de su obra en nuestra vida.  Debido a ello, en ocasiones un proceso doloroso producirá un resultado inesperado y quizás hasta podamos verlo como un amigo bienvenido.

Acá no estamos hablando de nuestras fuerzas, estamos hablando de en quien hemos puesto nuestra confianza y por supuesto nuestra fe.  Y es a través de todo el proceso de la prueba que Dios promete estar involucrado de inicio a fin (v.5, 12).

  1. Nuestra respuesta natural nunca será el gozo ante los problemas de la vida, por supuesto que no. Pero el Señor quiere que pasemos por ellas, y aún podamos decir, ¡Gracias Señor a pesar de las circunstancias!
  2. El gozo de las pruebas vendrá tan sólo como el resultado de una relación constante y creciente con el Señor.

HG/MD

“Hermanos míos, tengan por sumo gozo cuando se encuentren en diversas pruebas” (Santiago 1:2)