Lectura: Proverbios 26:4-12

En este mundo digital y de redes sociales, desde hace algunos años se ha puesto de moda la figura de los “Troll”, los cuales son usuarios pagados y especializados en publicar de forma repetitiva comentarios y publicaciones con la intención de provocar y lastimar a otros, sobre argumentos de debate, opinión pública y un sin número de temas.

Se ha dicho también que la mejor forma de combatir este estilo de ataque, es ignorar y no responder a los comentarios, ya que este tipo de réplica en lugar de alimentar sus intenciones, les dificulta continuar con sus ataques y desinformaciones.

Pero, este tipo de actitud tipo “Troll” no es nada nuevo, y la forma de enfrentarlo tampoco; el escritor de Proverbios 26:4 nos aconseja lo siguiente: “Nunca respondas al necio según su insensatez, para que no seas tú también como él”. En la mayoría de las ocasiones, no hay que discutir con personas arrogantes, con agendas ocultas y que no están dispuestas a escuchar, ya que se corre el riesgo de ponerse a su nivel.

No obstante, el escritor también continúa diciendo: “Responde al necio según su insensatez, para que no se estime sabio en su propia opinión” (v.5).  En ocasiones y según la guía del Espíritu Santo (Mateo 10:19-20), es bueno contestarle a este tipo de personas pero con sabiduría de lo alto, sin llegar al irrespeto ni la arrogancia, después de todo en algún momento todos estuvimos en su mismo equipo, tal como lo dice el apóstol Pablo: “En otro tiempo todos nosotros vivimos entre ellos en las pasiones de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza éramos hijos de ira, como los demás” (Efesios 2:3).

  1. Te pedimos Señor sabiduría para saber cómo contestarle a las personas que ponen obstáculos a la fe (1 Pedro 3:15), y para no caer en sus trampas.
  2. Prepárate cada día en su Palabra y con herramientas prácticas para poder dar a otros un testimonio eficaz y respuestas a sus inquietudes.

HG/MD

“Más bien, santifiquen en su corazón a Cristo como Señor y estén siempre listos para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes, pero háganlo con mansedumbre y reverencia” (1 Pedro 3:15).