Lectura: Job 38:4-18

Un día el hombre fue a una tienda de electrónicos porque quería comprar una cámara nueva.  El vendedor experto trató de explicarle la complejidad de ese modelo de cámara digital, pero en un momento se detuvo porque le pareció que era demasiado complicado para que su cliente lo entendiera, y parecía que no le ponía mucha atención.  Entonces, el hombre le dijo sin rodeos: “No hace falta que me explique. Yo la inventé”.   

Se trataba de Willard S. Boyle (1924-2011), premio Nobel de física (2009), quien fue el co-inventor del “ojo electrónico”, un sensor digital que revolucionó las cámaras digitales y fue parte del éxito del telescopio Hubble.

Luego de que Dios permitiera que Satanás probara a Job quitándole a su familia, su salud y sus posesiones (Job 1–2), este hombre maldijo el día de su nacimiento (cap. 3). En los capítulos siguientes, Job y sus amigos se enfrascan en varias teorías que buscan explicar la causa de su tragedia, hasta que finalmente Job se cuestiona por qué Dios estaba permitiendo que sufriera tanto.

Al llegar a este punto, Dios le hace un recuento de ante quién se encuentra, le recuerda que Él “inventó” la vida y creo el mundo (caps. 38–41), y directamente lo invita a reconsiderar lo que había dicho.  Al dirigir la atención hacia su poder soberano y profunda sabiduría exhibidos en toda la tierra (38:4-41), expone el error en el cual había caído Job.

Así que, en estos días, cuando estemos tan tentados como para decirle a Dios cómo “debe” ser la vida, ¡recordemos que Él la inventó! Que el Señor nos ayude a reconocer humildemente nuestra ignorancia y a descansar en Él, el Creador del universo.

  1. En estos días cuando recordamos su natividad, recordamos quién es Él en verdad, no es un bebé cualquiera que nació en Belén, es Dios quien se encarnó y habitó en nuestro mundo.
  2. Caminemos humildemente sabiendo que todo lo que somos y tenemos, son regalos de Dios, hablemos con el Inventor, Él nos hizo, y debemos agradecerle lo que tenemos. 

HG/MD

“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes entendimiento” (Job 38:4).