Lectura: Hebreos 10:19-39

Debido a que estos eventos catastróficos son muy difíciles de controlar, una vez que los bomberos logran construir líneas perimetrales en toda el área afectada, tienen como norma decirles a los residentes que es importante estar atentos ante cualquier muestra de humo, porque, aunque parezca que el fuego está contenido, puede ser que no se encuentre controlado, ni apagado por completo.

Cada año durante los meses de verano, tenemos una situación muy complicada con los incendios forestales.  Tan sólo por citar algunas cifras, en el 2023 se destruyeron casi 400 millones de hectáreas, y se cobraron más de 250 vidas a nivel mundial.

Vivimos en un mundo lleno de acontecimientos trágicos y actos malvados, y por supuesto anhelamos el día cuando el mal sea finalmente destruido, Dios ponga fin a la historia y establezca su reino.

No obstante, hasta entonces, el Señor nos da su gracia para que vivamos con fe y propósito mientras esperamos su venida. En Hebreos 10 se nos insta a acercarnos a Dios con corazones sinceros (v. 22), asirnos de la esperanza que profesamos (v. 23), estimularnos mutuamente al amor y las buenas obras (v. 24) y seguir reuniéndonos para alentarnos, “…y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca” (v. 25).

  1. Hasta que Dios extinga para siempre las llamas del mal, nos da su gracia y fortaleza para soportar las pruebas de la vida, mientras aguardamos con ansia su regreso.
  2. Anhelamos Tu regreso, ven Señor Jesús, amén.

HG/MD

“No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando vemos que el día se acerca” (Hebreos 10:25).