Lectura: Salmos 1:1-6

En la sala de operaciones se encontraba el equipo médico realizando una cirugía; en medio del procedimiento el cirujano le preguntó lo siguiente al residente de cirugía que le asistía en la operación: “¿Quién es la persona más importante en esta sala de operación?”.

El residente buscando congraciarse con el cirujano, y pensando en una respuesta “apropiada” que no fuera muy obvia, le dijo: “Seguramente se refiere a estas enfermeras que le asisten tan eficientemente”.  El cirujano, meneo su cabeza y le dijo: “No, la persona más importante en esta habitación es el paciente”.

Cuando estudias la Biblia, también puedes pasar por alto lo obvio.  Es muy sencillo olvidar que lo importante en este proceso es que aprendas de Dios. Al estudiar la Biblia debes estar consciente de la importancia de aplicar primeramente a ti mismo, el conocimiento que vas obteniendo acerca de Dios, antes de tratar que otros cambien. 

En segundo lugar, es necesario que leas la Biblia con mucha humildad, sin tratar de hacer solamente las acciones que te gustan de ella; estudia para que descubras lo que Dios quiere enseñarte, a través de las páginas del libro que Él nos dejó como guía en el camino de la vida. De esta forma serás como dice la lectura devocional: “Será como un árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae. Todo lo que hace prosperará” (Salmos 1:3).

  1. Al estudiar la Biblia no te estás informando, te estás transformando.
  • Decide apartar tiempo durante el día para el estudio de su Palabra, sólo así podrás mostrar en tu vida el carácter y prioridades de Jesús.

HG/MD

“Será como un árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae. Todo lo que hace prosperará” (Salmos 1:3).