Lectura: Lucas 12:35-48

 

Llegó el momento en que Jesús compartió un poco más con sus discípulos sobre temas referentes a los últimos tiempos, en específico de Su segunda venida, ya que su tiempo en la tierra estaba llegando a su final; les hace un llamado a viajar ligeros es decir, estar listos a servir y pendientes de hacer la voluntad del Señor en su diario vivir, hasta que Él regresara.

 

Pedro le pregunta si esas palabras iban dirigidas solamente a ellos o si eran para todos; su respuesta fue obvia, es para todos aquellos que realmente quieran vivir bajo el Señorío de nuestro Dios.  Les comparte la parábola del mayordomo fiel y prudente, el cual es responsable con lo que le ha encomendado el Señor y será bienaventurado cuando Él regrese y lo encuentre haciendo Su voluntad; sin embargo, por otra parte el mayordomo infiel también recibirá su recompensa: la condenación.

 

Recordemos, no podemos alegar ignorancia ante nuestro Señor, Él ha sido claro, con sus deseos para con nosotros, y nuestro deber es andar conforme al camino que Dios nos ha trazado en Su Palabra.

 

  1. Señor queremos ser como ese mayordomo fiel y prudente, has que nuestras acciones sean acordes al llamado que hemos recibido a seguirle y ser pescadores de hombres.

 

  1. En muchas ocasiones el Señor tiene que corregir nuestros errores, agradezcamos su reprensión, es para nuestro bien.

 

MD/HG

 

Jesús: El Señor.  Dichoso el siervo cuyo señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. Lucas 12:43

 

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.