Lectura: Gálatas 6:7-10

Hace algún tiempo mi amigo compró un reloj inteligente, el cual entre muchas cosas tiene la facilidad de contar la cantidad de pasos que da en el día.  Esta facilidad lo tenía muy contento pues se había puesto una meta muy importante de pasos para hacer cada día.

Él y su esposa tienen por costumbre sacar a su bebé en el coche a dar un paseo por el parque en horas de la mañana, un día le comenté: “Sabes, creo que cada vez que sacas a pasear a tu bebé y llevas tu mano donde usas el reloj inteligente, la aplicación no registra estos pasos pues no estás moviendo tu brazo”.

Con una sonrisa en la cara me respondió: “Sí, posiblemente no los registra, pero mi cuerpo sí lo hace, además disfruto mucho ese tiempo en familia”.

El apóstol Pablo le explicó este principio a la iglesia de Galacia: “Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará” (Gálatas 6:7), y para ello es necesario seguir un proceso: “No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos” (v.9).  El trabajo honesto y bien hecho, dará como resultado una satisfacción en nuestros corazones que validará el esfuerzo puesto en la tarea emprendida.

Hacer lo correcto no siempre es fácil o sencillo, y más cuando no sabemos a ciencia cierta el resultado de nuestros esfuerzos, lo que finalmente cosecharemos; pero, tal como mi amigo me aseguró, el esfuerzo al caminar lo beneficia, así que vale la pena seguir haciendo el bien y lo correcto, aun cuando otros no registren lo que hacemos o no recibamos un reconocimiento por el trabajo bien realizado.

  1. Señor Jesús, confiamos en que el trabajo que realizamos para ti dará fruto, aunque quizás en algunos casos no podamos ver el resultado final.
  2. No te canses de hacer el bien y llevar su mensaje de salvación a quienes lo necesitan.

HG/MD

“No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).