Lectura: Lucas 12:22-31

Un dato curioso con respecto a las palabras de Jesús que se registraron en las Escrituras, arroja que Él hablo más sobre el dinero que sobre cualquier otro tema, de hecho 16 de las 38 parábolas hablan sobre los bienes.

Y en nuestra lectura devocional en Lucas 12, nos encontramos con un pasaje que puede ser un buen resumen de su perspectiva sobre el dinero, Jesús no condena el hecho de tener bienes, de lo que si advierte claramente es sobre el peligro de confiar en el dinero o los bienes pensando que nos asegurarán el futuro, sin embargo, el dinero es incapaz de resolver los problemas más importantes de la vida.

Si concentramos todos los aspectos relacionados con el dinero a los que Jesús hace referencia, cabrían en esta pregunta que cada uno de nosotros debe contestar muy honestamente: ¿Qué efecto tiene el dinero sobre mí?

El deseo de tener cada vez más puede controlar todos los aspectos de la vida de una persona y desviar su atención, es por ello que Jesús nos desafía a liberarnos del poder del dinero, lo cual en algunos casos significa despojarnos de él.

Este principio podría resultar muy radical, pero Él insta a sus oyentes a hacer tesoros en el reino de Dios, debido a que pueden beneficiarlos en esta vida y también en la venidera, les dijo a quienes lo estaban oyendo: “No se afanen” (Lucas 12:22); esto por cuanto Dios es capaz de suplir todas nuestras necesidades.

Después, para enfatizar este concepto, lo ejemplificó con el sabio rey Salomón, uno de los hombres más influyentes del pueblo de Israel. Jesús dijo que Dios viste de manera más gloriosa una flor silvestre que a un rey majestuoso. Por eso, no debemos afligirnos (vv. 27-29), sino: “Más bien, busquen su reino, y estas cosas les serán añadidas” (v. 31).

  1. Es mejor confiar en Dios que pasarnos toda la vida preocupándonos por el dinero.
  2. Pidamos sabiduría a Dios para que podamos vivir una vida digna que honre al Señor.

HG/MD

“Más bien, busquen su reino, y estas cosas les serán añadidas” (Lucas 12:31).