Lecturas: Mateo 14:17-21; Marcos 6:38-44; Lucas 9:14-17; Juan 6:8-14

 

En una de sus pocas pero importantes apariciones, en el relato de los evangelios Andrés hace una observación sobre algo que parece insignificante: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?”  Puede ser que haya sido su merienda, que en medio de toda aquella situación, que nunca había vivido, había olvidado comer.  Imaginen la historia que aquel niño habrá contado después, los recuerdos en su vejez de lo que había hecho aquel llamado Jesús con sus 5 panes y sus 2 pececitos.  Que maravillas puede hacer el Señor cuando ponemos todo en sus manos.

 

Otro asunto que llama la atención es que Jesús manda que todas las personas se sienten, recordemos que había 5000 hombres, posiblemente un número similar de mujeres y quizás el doble de niños, entonces en realidad había más de 20.000 personas, les dice a los discípulos que los distribuyan en grupos de 100 y 50.  Con las personas ordenadas y sentadas de esa forma, se aseguraba que todos pudieran ser atendidos y evitaría el desorden.  El cielo es un lugar de orden, luego del invierno, vendrá la primavera, los planetas viajan por sus orbitas, etc.  Recordemos: “Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden”  (1 Cor.14:40).  Jesús es un buen pastor.

 

Seguidamente Jesús hace algo que no siempre recordamos hacer, bendecir los alimentos, cada día no se nos debería olvidar el agradecer a Dios por el alimento que Él ha puesto sobre nuestra mesa.

 

Y para terminar una lección sobre la importancia de la limpieza, en medio de toda aquella situación de seguro habrían muchas sobras, las cuales recogieron, no se nos dice que hicieron con esos sobrantes, algunos sugieren que sirvieron para alimentar a animales que de seguro también estaban alrededor del lugar.

 

Este milagro nos muestra cuán detallista es nuestro Señor, que no deja nada suelto, ni desordenado cuando actúa.

 

  1. En ocasiones nos preguntamos por qué no conseguimos un determinado resultado deseado, pero cuando examinamos las cosas más honestamente, descubrimos que la culpa muchas veces recaerá sobre nosotros mismos y nuestra falta de planificación.

 

  1. Al igual que este niño, que entregó todo lo que tenía para comer, debemos preguntarnos si estamos dispuestos a entregar a Dios, esas partes de nuestra vida que aun consideramos como nuestras solamente, Jesús nos muestra cómo Él utiliza nuestros recursos, cuando los ponemos en sus manos.

 

MD/HG

Jesús: Enseña la importancia del orden. “Entonces les mandó que hicieran que la gente se sentara por grupos sobre la hierba verde” Marcos 6:39

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic