Lectura: 1 Tesalonicenses 5:12-22

A la pequeña hija de un conocido, muchas semillas le provocan alergia, entre ellas se encuentran las almendras. 

Es tan sensible que comer tan sólo el mínimo fragmento de una almendra, pone en peligro su vida.  Por esta situación, ellos revisan muy cuidadosamente todas las etiquetas de los alimentos, y donde quiera que vayan, llevan una dosis de antialérgico.

A pesar de este tipo de situaciones, que no dejan de preocuparnos y que desafían nuestra fe, la Palabra de Dios nos hace un llamado a dar gracias: “Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18).  Dios desea que oremos dando gracias aun cuando el futuro sea incierto, cuando se nos rompe el corazón o cuando escasean las provisiones.

Es realmente difícil estar agradecido en medio de las dificultades, pero no es imposible. Daniel “oraba y daba gracias” (Daniel 6:10), aunque sabía que su vida corría peligro. ¡Jonás clamó “con voz de alabanza” (Jonás 2:9) estando dentro del pez!

Estos y muchos otros ejemplos, junto con la promesa de Dios de que todas las cosas obran para nuestro beneficio y para su gloria (Romanos 8:28), pueden estimularnos a dar gracias en todo.

  1. Debemos dar gracias a Dios a pesar de las circunstancias difíciles.
  2. Cuando comprendemos que las bendiciones de Dios sobrepasan por mucho los problemas que enfrentamos, podemos dar gracias sinceramente.

HG/MD

“Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18).