Lectura: 1 Juan 2:15-17

¿Cuál es el “mundo” del cual Juan nos advirtió? (1 Jn. 2:15).   Algunos lo han identificado como una lista de actividades cuestionables de las cuales la gente creyente en Dios debe huir.  Pero no es tan fácil como eso.  Juan no estaba hablando de una mera conducta externa; se refería a nuestros motivos más profundos.

En la Biblia, la palabra “mundo” en este contexto, se refiere a un sistema controlado por Satanás, el cual opera a través de las culturas o sociedades que tienen poco respeto por Dios.  Los creyentes deben vivir en su cultura, sin llegar a actuar en concordancia total con el mundo.  Puedes desarrollarte con éxito en el mundo de los negocios, o ir a la escuela en el mundo de la educación, o disfrutar con mesura del entretenimiento en el mundo de la música o de los medios de entretenimiento.  Pero el sistema del mundo en el que vivimos es el territorio enemigo.  No es neutral.  La mundanalidad es cualquier cosa que hace que el pecado sea atractivo y la justicia se vea tonta.

Nos comportamos mundanamente en el momento que vivimos, amamos y elegimos las mismas condiciones de las personas que no aman a Dios.  Algunos creyentes luchan por el poder en la iglesia, mienten en sus trabajos o explotan contra su esposa por algo que ellos que creen que ella ha hecho mal, aunque no sea así, esas actitudes son tan mundanas como las de una persona que tiene un alto consumo de bebidas alcohólicas en un bar.

Dos preguntas revelan los motivos de nuestros corazones: ¿Estamos viviendo con un profundo amor por el Padre? ¿Estamos ansiosos por cumplir Su voluntad, por donde quiera que vayamos en el mundo?  Él quiere que seamos sus testigos en el mundo, pero que no seamos parte integral del mundo.

1. El mundo va a tratar por todos los medios de presionarnos, para que encajemos en su molde, sin embargo sólo con la ayuda de Dios podemos resistir a sus tentaciones.

2. Los creyentes deben vivir en el mundo, pero no dejar que el mundo viva en ellos.

NPD/HWR