Lectura: Proverbios 27:1-6

El dueño de un pequeño auto había comenzado a irritar a sus amigos jactándose incesantemente de los muchos kilómetros por galón que le daba su auto.  Para acabar con su jactancia, los amigos elaboraron un plan.  Todos los días uno de ellos echaba secretamente algunos galones de gasolina en el tanque del auto.  Al poco tiempo, el fanfarrón se estaba jactando de que su auto le daba hasta 144 kilómetros por galón.

Los bromistas disfrutaban mirando su exasperación al tratar de convencer a la gente de la verdad de sus afirmaciones.  Fue mucho más divertido ver su reacción cuando los amigos dejaron de llenar el tanque.  El pobre tipo no lograba entender qué le había pasado a su auto.

Este incidente destaca que la exaltación propia puede ser un bumerang que deja a la persona luciendo como un tonto.  Hay algo repulsivo en la conversación de los que pregonan su buen juicio o sus habilidades.

¡Cuánto mejor es encontrar nuestra seguridad y sentido de valía es una sencilla relación personal con el Señor!  Si hacemos eso, nos interesaremos más en las necesidades y éxitos de los demás que en los nuestros.  Hablaremos de nuestras inquietudes y logros sólo como un medio de exhortar a otros que necesitan una palabra de aliento.  Los demás notarán y aprobarán un comportamiento así, aunque no lo estemos buscando.

  1. Los que cantan sus propias alabanzas, por lo general lo hacen sin acompañamiento.

 

  1. Recuerda: ¡Es mucho mejor encontrar nuestra seguridad y sentido de valía es una sencilla relación personal con el Señor!

NPD/MRD