Lectura: Filipenses 2:25-30

En el año 2016, la industria cinematográfica llevó a la gran pantalla la historia de un hombre pacifista de convicción; médico de oficio que se negó a llevar armas a la batalla, esto hizo que sus compañeros dudaran de su valentía, su nombre era: Desmond Doss.

Las dudas sobre su valentía desaparecieron cuando su unidad militar entró en combate. Durante la Segunda Guerra Mundial, en la Batalla de Okinawa, eludió el fuego de las ametralladoras para poner a salvo a los heridos.  Oraba: “Señor, dame fuerza para salvar a otro soldado herido”. A la larga, llevó al pie de una colina a más de 70 hombres heridos para una mejor atención médica. Por sus esfuerzos, le otorgaron la Medalla de Honor, el máximo reconocimiento en su país.

En las Escrituras también encontramos una historia de valor de otro hombre que se arriesgó muchísimo para ayudar a los demás.  El apóstol Pablo escribió sobre Epafrodito lo siguiente: “…tengan en alta estima a hombres como él; porque a causa de la obra de Cristo estuvo cercano a la muerte, arriesgando su vida para completar lo que faltaba en el servicio de ustedes a mi favor” (Filipenses 2:29-30).

  1. En nuestro tiempo muchos creyentes en todo el mundo siguen arriesgando sus vidas por la causa de Jesús, ora para que el Señor los proteja.
  2. No lo olvides, estás envuelto en una batalla espiritual (Efesios 6:10-12), en la cual el enemigo tratará de desviarte del objetivo final: llevar a otros el evangelio de nuestro Señor Jesús; así que, toma la armadura de la fe (Efesios 6:13-20).

HG/MD

“Por esta causa, tomen toda la armadura de Dios para que puedan resistir en el día malo y, después de haberlo logrado todo, quedar firmes” (Efesios 6:13).