Lectura: Salmo 77:1-14

Es muy común que, en la última semana de diciembre, los noticieros realicen un repaso de los sucesos más importantes del año que termina: éxitos y fracasos de personas destacadas, desastres naturales, desafíos económicos y muertes de líderes y celebridades. Por lo general, los acontecimientos más sorprendentes son los más publicitados.

De hecho, también en Mi Devocional compartimos con nuestros amigos y amigas, los posteos más vistos en todo el año.  Pero, si hicieras un repaso de tu vida para este año, ¿qué aparecería en la lista? ¿Algún hecho inesperado te hizo cuestionar a Dios o te llevó a experimentar más intensamente su bondad?

El Salmo 77 relata sobre el dolor de una persona angustiada quien creía que ya no le interesaba para nada a Dios. “¿Se ha agotado para siempre su misericordia? ¿Se han acabado sus promesas por generación y generación?” (v.8).  Pero aun, en medio de todo ese dolor, esta persona hace memoria de lo siguiente: “Me acuerdo de las obras del Señor; sí, me acuerdo de tus maravillas del pasado” (v.11).  Al recordar esto, él se levantó de su estado de desesperación y recuperó su confianza y esperanza, “Tú eres un Dios que hace maravillas; has hecho conocer tu poder entre los pueblos” (v.14).

Entonces, al hacer un repaso de lo que aconteció en este año, no tengas vergüenza de incluir tus dificultades y decepciones, pero también, junto con ellas recuerda que, en medio de cada una Dios estuvo contigo ayudándote a salir cuando parecía que todo estaba perdido.

  1. En medio de todas las dificultades, siempre puedes contar con la fidelidad de Dios.
  2. Agradece por las bendiciones y lecciones aprendidas durante este año, algunas debido a situaciones difíciles.

HG/MD

“Me acuerdo de las obras del Señor; sí, me acuerdo de tus maravillas del pasado” (Salmo 77:11).