Lectura: 1 Pedro 4:7-11

Vivimos en un mundo digital, por lo tanto, la internet y sus contenidos ha invadido la mayoría de esferas de nuestra vida; para poner tan sólo un ejemplo, existe un sitio web que dice que puede predecir cuándo vas a morir.  Lo hace a través de un cuestionario que debes llenar de forma muy sincera, el programa que analiza los datos comparara las respuestas con una base de datos de esperanza de vida y hábitos asociados a ella, luego de completarlo te devuelve un resultado que indica una fecha proyectada de cuando vas a morir.  Luego de mostrar la fecha, existe una última pantalla que dice lo siguiente: “Tranquilo, este fue tan sólo un amigable recordatorio de que todo, incluso la vida, se nos escapa”.

Dios en su infinita sabiduría no nos ha revelado el día en el cual moriremos, así como tampoco sabemos el día en el cual nuestro Señor regresará (Hechos 1:6-11). No obstante; hay algo que si nos invita a hacer, vivir para Él y con ello estar preparados más no preocupados, para afrontar estos eventos.

El apóstol Pedro nos indica lo siguiente: “El fin de todas las cosas se ha acercado. Sean, pues, prudentes y sobrios en la oración.  Sobre todo, tengan entre ustedes un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados.  Hospédense los unos a los otros sin murmuraciones.  Cada uno ponga al servicio de los demás el don que ha recibido, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:7-10).

  1. El creyente no debe asustarse al ver que el tiempo se le escapa. Por el contrario, debe vivir cada momento para Cristo y estar preparado para encontrarse con Él (1 Tesalonicenses 4:13-18).
  2. Si quieres vivir tranquilo, debes seguir a Cristo.

HG/MD

“El fin de todas las cosas se ha acercado. Sean, pues, prudentes y sobrios en la oración” (1 Pedro 4:7)