Lectura: Juan 10:1-6

Durante un viaje, mientras recorríamos una carretera llena de curvas que cruzaba una gran cordillera, pude ver a los lejos en una de las múltiples colinas, un gran rebaño de ovejas que bajaba por la carretera hacia nosotros.  Un pastor solitario iba delante con sus perros guiando al rebaño, alejándolo de los pastos de verano, lo llevaba hacia las tierras bajas y sus rediles de invierno.

Nos detuvimos a un lado de la carretera mientras esperábamos que el rebaño pasara al otro lado de la calle.  Nos quedamos viendo por un momento a las ovejas hasta que se perdieron de vista, y luego me pregunté: ¿Temerán las ovejas el cambio, el movimiento, los lugares nuevos?

A la mayoría de personas nos gusta estar seguros en nuestra zona de confort, también podemos llamarlo “redil”, ya que está rodeado de todo lo que nos es familiar.  Sin embargo, existe una realidad, la vida está llena de cambios que nos llevan de un ambiente familiar hacia lo desconocido. ¿Qué noticias nos traerán los próximos días?  ¿Cuáles nuevos miedos podrán despertarse en mí próximamente?  Al pensar en estos temores, debemos recordar las palabras de nuestro Señor en Juan 10:3-4 “…A sus ovejas las llama por nombre y las conduce afuera.  Y cuando saca fuera a todas las suyas va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz”.  Esta es una bella ilustración del maestro y sus discípulos; el liderazgo espiritual siempre se ejerce con el ejemplo, va delante enfrentando el peligro y defendiendo a su redil.

No importa la circunstancia o situación por la que estemos atravesando, Él estará a nuestro lado, conoce nuestros límites (2 Corintios 1:3-5), y lo que es mejor para nosotros, todo lo que tenemos que hacer es seguirle.

Tal vez nos sintamos consternados ante lo que la vida nos depare en el futuro, pero nuestro Pastor conoce el camino que estamos tomando, y Él va delante de nosotros. No nos guiará por senderos demasiado peligrosos ni arduos donde no nos pueda ayudar. Conoce nuestros límites y el camino hacia los pastos verdes y las buenas aguas.

  1. “Confortará mi alma y me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre” (Salmos 23:3).
  2. Recuerda, el Señor va delante de nosotros, sigámosle confiadamente, no debemos temer a los cambios, el Señor conoce el futuro y todo está bajo su control.

HG/MD

“…A sus ovejas las llama por nombre y las conduce afuera.  Y cuando saca fuera a todas las suyas va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz” Juan 10:3-4