Lectura: Isaías 66:12-16

Una mujer llegó a visitar a su amiga quien recientemente había tenido una niña, al verla, la mujer le pidió que la dejara cargarla; tan sólo unos instantes después de levantarla, la bebé empezó a incomodarse.  La abrazó, se la acercó un poco más, empezó a cantarle dulcemente y la empezó a mecer con delicadeza; sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos y su amplia experiencia de haber criado a tres niñas y un niño, no lograba calmar a la bebé quien empezó a llorar con todo lo que le daban sus pulmones.

Esto duró hasta que la devolvió a los brazos de su mamá, la paz volvió de inmediato al rostro de la pequeñita, y su cuerpo se relajó casi de inmediato, dejó su llanto atrás y la sonrisa a penas perceptible brotó de su rostro infantil, había vuelto a la seguridad y confianza que su mamá le brindaba.

Dios consuela de una forma similar a sus hijos e hijas, muestra confiabilidad, ternura y sobre todo amor para con nosotros.  Cuando la decepción y la tristeza nos visitan, el Señor nos arrulla y nos carga en sus brazos cariñosos, poderosos y confiables.

Nuestro Padre nos conoce completamente; aún mejor que nuestras madres, por eso podemos decir como decía el profeta Isaías: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3).

Cuando los problemas nos agobian, el consuelo está en saber que Él nos protege y lucha por nosotros sus hijos, como un padre amoroso.

  1. Hoy en muchos países se celebra a las madres, a quienes queremos enviarles todas las bendiciones del mundo, y agradecerles por tanto esmero ofrecido cuando éramos totalmente dependientes de sus cuidados; y aún ahora, que ya estamos un poco crecidos, nos siguen esperando con sus brazos llenos de amor.
  2. Cuando las situaciones nos llenen de dudas, recuerda que además de los que te aman acá en la tierra, hay un Padre Celestial en quien encontrarás consuelo y protección.
  3. A las madres que hoy están siendo celebradas en muchos países, nuestras oraciones y aliento en la tarea tan desafiante de la crianza, bendiciones en este y todos los días del año.

HG/MD

“Como aquel a quien su madre consuela, así los consolaré yo a ustedes” (Isaías 66:13).