Lectura: Isaías 41:8-13

Sin dudas, a todos nos parece tierno ver los primeros pasos de los bebés.  Al inicio dan un paso y caen, pasan más cayéndose que caminando, pero con el tiempo eso va cambiando.

Por ejemplo, uno de estos días vi en un parque infantil a una mamá con su pequeño quien trataba de empezar a correr tras los pájaros que revoloteaban a su alrededor.  El niño no tenía miedo pues sabía que su madre lo vigilaba siempre y estaba muy cerca para ayudarlo.

Esto describe de una manera muy práctica, la disposición que tiene el Señor de ayudar a sus hijos e hijas mientras se abren camino por esta vida llena de incertidumbres.

En nuestra lectura devocional leímos sobre el cuidado que proviene de Dios, y hace un énfasis especial sobre sus poderosas manos, le recuerda a su pueblo de no deben temer, ni desmayar, porque Él los fortalecerá y ayudará, y por si fuera poco les dice: “te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10).  Luego vuelve a transmitirles seguridad cuando expresa: “soy tu Dios que te toma fuertemente de tu mano derecha y te dice: No temas; yo te ayudo” (v.13).

Cuan reconfortante es saber que hemos puesto nuestra fe en un Dios quien no nos decepcionará, ni abandonará (2 Corintios 4:8-9).

  1. No temas, Dios promete sostenerte con sus poderosas manos.
  2. A pesar de los problemas y fallas que tengas recuerda, Dios nunca te soltará, Él no defrauda.

HG/MD

“Estamos atribulados en todo, pero no angustiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; abatidos, pero no destruidos” (2 Corintios 4:8-9).