Lectura: Lucas 3:23-28 y Mateo 1:1-17

Antes que Lucas continúe con la historia de Jesús, hace una pausa para darnos información valiosa. Lucas da la edad de Jesús y la conecta con la historia del Antiguo Testamento. Lucas 3:23 dice: “Jesús tenía unos treinta años cuando comenzó su ministerio. Era hijo, según se creía, de José, hijo de Elí”.

Acá aprendemos que Jesús tenía 30 años cuando fue bautizado por Juan e inició su ministerio público.  También nos damos cuenta gracias a este pasaje que la gente suponía que José era su padre, pero realmente no lo era. Lucas toma el tiempo para señalar que aunque Jesús era el hijo legal de José, no era su hijo de sangre. Lucas nos da la genealogía de Jesús a través de su madre María y rastrea las raíces de Jesús hasta “hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios”.   El linaje de Jesús se conecta directamente a Dios Padre.

La genealogía de Jesús dada en Lucas es diferente a la que da Mateo. Lucas rastrea el linaje de Jesús por el lado de su madre María. Su padre fue Elí, a través de Natán hijo del Rey David, a Abraham, a Set, a Adán a Dios. Lucas claramente está señalando que Jesús tiene una genealogía divina que nos lleva de vuelta a Dios mismo. Esta es la genealogía celestial divina de Jesús.

Mateo por otra parte, nos da la genealogía legal de Jesús a través de José. A quien fuera su padre Jacob, a través de Salomón hijo del Rey David, a Abraham. Mateo claramente nos muestra la genealogía de Jesús como el hijo de Abraham, el padre de la fe. Es una genealogía judía. Esta genealogía conecta a Jesús con la promesa hecha a Abraham en Génesis 12: 2-3: “Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, haré famoso tu nombre, y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan, ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!”

  1. Los planes de Dios provienen desde antes de la creación. Los planes de Dios involucran a muchas personas y múltiples generaciones. Pasa algún tiempo pensando en la genealogía de Jesús y en el increíble plan de Dios, quien preparó el camino para Su llegada a la tierra.
  1. Dios también tiene un plan para ti. ¿Estás dispuesto a aceptarlo, aunque en ocasiones parezca que no es muy claro para nuestra mente finita? Ejercita tu fe, espera en Dios.

SL/ME