Lectura: Lucas 23:39-43

El pastor y escritor Erwin Lutzer escribió: «En cuanto te deslices detrás del velo rasgado, te encontrarás disfrutando de una bienvenida personal por parte de Cristo o percibiendo el primer atisbo de condenación, como nunca antes experimentaste. Sea como sea, tu futuro estará irrevocablemente determinado y permanecerá eternamente inmutable».

Lucas registró un breve pero importante relato que describe a dos hombres que están a punto de atravesar el velo de la muerte. Cuando Jesús fue crucificado, dos hombres fueron colgados junto a Él. Según Marcos, ambos lo insultaban (15:32).

Sin embargo, el corazón de uno de los ladrones fue transformado al darse cuenta de que Jesús era inocente, de que él era pecador y de cuál era su destino. Entonces, reprendió al otro ladrón y le pidió al Señor que se acordara de él cuando viniera en Su reino. Estas palabras fueron una señal de arrepentimiento y de fe sencilla. Jesús respondió: «De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43). Ese hombre fue salvo de inmediato. Ese día supo dónde pasaría la eternidad.

Reconocer que somos pecadores y colocar nuestra confianza en la muerte y la resurrección de Cristo nos asegura poder saber de inmediato dónde pasaremos nuestros mañanas por toda la eternidad, una vez que nos deslicemos detrás del velo rasgado.

1.¿Qué te parece? Puedes hoy mismo estar tranquilo, que cuando llegue el momento de cruzar el velo, sabrás exactamente donde estarás.

2. Tan sólo deposita tu confianza en Jesús…no te defraudará.

NPD/MW