Lectura: Mateo 16:24-28

Las palabras de nuestro Señor Jesús durante su ministerio siempre fueron bien usadas y su objetivo muy claro, tal es el caso de las siguientes: “Porque el que quiera salvar su vida la perderá, y el que pierda su vida por causa de mí la hallará” (Mateo 16:25).

Y es que muchos de nosotros como creyentes, en algún momento nos hemos sentido como si esas palabras estuvieran más allá de nuestras fuerzas, porque pensamos que, si verdaderamente nos comprometemos con Jesús, nuestra personalidad desaparecerá y la persona que somos dejará de existir.  Algunos creen que los seguidores de Jesús estamos obligados a abandonar nuestras personalidades y adaptarnos a la conformidad, al mismo tiempo que dejamos de lado nuestra originalidad.

Puede que a C. S. Lewis (1898-1963) le hayan pasado esta clase de pensamientos por la mente cuando se alejó de Dios durante su juventud. Por años se consideró a sí mismo un ateo y se negó a dejar que Dios “interfiriera” en sus planes. Sin embargo, luego de que Lewis se hizo cristiano a la edad de 32 años, comenzó a ver las cosas de manera diferente.

En su libro, Mere Christianity (Mero Cristianismo), Lewis comparó el resultado de tener a Jesús en nuestras vidas con tener sal en la comida. “En vez de acabar con el sabor del huevo . . . y del repollo”, dijo, “de hecho, lo resalta. Estos alimentos no muestran su verdadero sabor sino hasta que se les añade la sal.”

Luego lo explicó de la siguiente manera: “Algo así sucede con Cristo y nosotros. Cuanto más quitemos del camino lo que llamamos ‘nosotros mismos’ y dejemos que Él tome el control de nuestra vida, tanto más llegamos a ser verdaderamente nosotros mismos. En ese sentido, nuestro verdadero yo está esperando por nosotros en Él.”

¡Tu verdadero y nuevo yo el cual también es de Cristo, emergerá cuando lo estés buscando a Él!

  1. Cuando de nuestra relación con Jesús se trata, es necesario comprender que en ocasiones lo mejor es “perder”, ya que es muchísimo mejor lo que encontramos cuando Él está a nuestro lado.
  2. La vida que te ofrece el Señor Jesús, bien vale el perder en este mundo lo que consideras valioso pero que al final de cuentas es temporal.

HG/MD

“Porque el que quiera salvar su vida la perderá, y el que pierda su vida por causa de mí la hallará” (Mateo 16:25).