Lectura del día: Mateo 28:8-10.

Luego que los dos ángeles les dieran las buenas noticias de la resurrección a las mujeres que fueron a terminar la preparación funeraria del cuerpo del Señor, en algún momento María Magdalena se separó de las demás y se adelantó.

Estas mujeres a diferencia de María, no habían dado aún las buenas noticias a los discípulos, lo único que se nos dice es que después de haber visto a estos mensajeros de Dios, estaban alegres y asustadas. Pasado el momento de distracción y confusión, se enfocan y finalmente se dirigen a cumplir con su misión evangelista.

Mientras estaban de camino, el Señor les sorprende al aparecérseles inesperadamente y las saluda. El saludo era algo muy importante y lleno de significado en la cultura judía, comúnmente se usaba la palabra: “Shalom”, que significa “paz”, pero que implicaba toda clase de bendiciones de parte de nuestro Padre celestial (Sant. 1:17).

Con este saludo, Él quiere reemplazar el miedo y confusión que tenían por el gozo de la presencia de Dios, la alegría fue una de las características de los creyentes en la iglesia primitiva: “No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad” (Hechos 2:46).

Ellas se acercaron, lo abrazaron y lo adoraron, cuan hermoso debió haber sido ese momento para aquellas mujeres, más Jesús, al igual que con María Magdalena, les recuerda su misión de “compartir las buenas nuevas con otros”;  indicándoles adicionalmente que se debían dirigir a su amada Galilea ya que ahí se  encontrarían con los discípulos; sin embargo, ellos siguieron sin creerles.

  1. El único que nos puede brindar paz verdadera es nuestro Señor.
  1. Gracias a su paz, no tenemos excusa para estar tristes o tener miedo al futuro, Dios es nuestro gozo y nuestra esperanza «Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia» (Salmos 46:1).

MD/HG

Jesús: Cambia el temor por el gozo. “No tengan miedo, les dijo Jesús. Vayan a decirles a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y allí me verán” Mateo 28:10.

Este devocional forma parte del estudio anual cronológico de la vida de Jesús: La Vida de Jesús, el cual llega a ustedes en alianza con Sonlife Classic.